¿Es posible comer cebollas durante la lactancia?
"La cebolla de las siete dolencias" es una sabiduría popular. Pero, ¿es esto cierto para una madre lactante? Hablaremos de las propiedades beneficiosas, mitos y beneficios reales de esta verdura en un artículo basado en investigaciones científicas, reseñas de pediatras y neonatólogos.
Hablaremos de cuánto y en qué forma se pueden consumir cebollas, así como de los métodos y plazos para introducirlas en la dieta de una madre lactante.
Propiedades útiles de las cebollas.
Gracias a su rica composición, esta verdura actúa como:
- un inmunomodulador e inmunoestimulante natural: las vitaminas E, B, C ayudan a mejorar la inmunidad y movilizar los mecanismos de defensa;
- remedio natural contra la gripe: los fitoncidas resisten las infecciones y protegen contra los efectos de microbios dañinos;
- excelente antioxidante: los flavonoides (quercetina) y el ácido ascórbico protegen las células del daño de los radicales libres;
- Diurético suave debido a irritantes y grandes cantidades de sales minerales.
Además, la verdura normaliza el metabolismo agua-sal y tiene un efecto beneficioso sobre un sistema digestivo sano.
¿Cómo afecta la cebolla durante la lactancia?
Los inmunólogos creen que las cebollas son útiles para el cuerpo de una mujer agotada por el embarazo y el parto. Pero el principio fundamental para una madre lactante es la precaución y la introducción cuidadosa de nuevos productos en su menú. Cualquier alimento afecta al bebé a través de la leche materna.
¿Cómo afecta esta planta de jardín a la “cadena alimentaria” de madre e hijo?
sobre la madre
La beneficiosa composición química de las cebollas sirve como una especie de escudo contra infecciones y virus, y también apoya al cuerpo debilitado durante el período posparto. Los bioflavonoides y la fibra contenidos en la cebolla tienen un efecto positivo sobre la motilidad intestinal, normalizan los procesos digestivos y eliminan toxinas del cuerpo.
La clorofila, presente en las plumas de las cebollas verdes, afecta la composición de la sangre y el estado de los vasos sanguíneos (previene su fragilidad, fortalece las paredes). La composición de vitaminas y minerales tiene un efecto beneficioso sobre el estado de la piel, el cabello y las uñas.
Por niño
Si ninguno de los padres tiene alergia alimentaria, la probabilidad de reacciones negativas en el bebé es mínima. La cebolla tiene un suave efecto laxante. Se recomienda si el niño presenta estreñimiento frecuente y problemas para defecar.
para leche
Muchas madres se preguntan si el amargor de una verdura afecta el sabor de la leche. Los pediatras aseguran que una ingesta moderada no afectará el sabor de la leche. La naturaleza se ha encargado de que el sistema digestivo del bebé se adapte gradualmente a los nuevos alimentos.
Según las estadísticas, sólo entre el 3 y el 5% de los bebés pueden rechazar la lactancia materna debido a "predilecciones" gustativas. Además, el sabor y la calidad de la leche materna se ven afectados en gran medida por los cambios hormonales de la mujer, su estilo de vida, los procesos inflamatorios y la actividad física.
Aquellas madres que la consumieron de forma segura en cualquier forma durante el embarazo definitivamente no deberían tener miedo de comer cebollas. El bebé absorberá la leche sin problemas, ya que estos nutrientes ya le han sido entregados a través del torrente sanguíneo y está acostumbrado a esta dieta.
¿Puede una madre lactante comer cebollas?
Si no hay intolerancia individual, agregarlo a los platos no solo es posible, sino también necesario para diversificar su dieta y reponer la deficiencia de vitaminas.
Vale la pena prestar atención a algunos matices del consumo de esta saludable verdura.
De cualquier manera
Durante el tratamiento térmico prolongado (freír, hervir), las cebollas pierden la mayoría de sus cualidades beneficiosas.
Cuando se hierve, se utiliza como especia para realzar el sabor del primer o segundo plato: sopas, guisos, guisos y tortillas.
Es mejor no abusar de la verdura cuando se fríe; la concentración de grasa aumenta, se liberan carcinógenos y la cebolla misma pierde su valor.
Se considera que el método más seguro es hornear en el horno o cocinar platos con cebolla en una olla de cocción lenta.
cual elegir
Los nutricionistas y pediatras enfatizan que es mejor comer cebollas verdes durante la lactancia. Son las plumas verdes las que contienen más potasio, magnesio y vitaminas en comparación con la cabeza de cebolla.
Variedades rojas (Yalta, Barón Rojo, Retro) son más dulces que los blancos (Nevada, Sterling). Las cebollas blancas, por ejemplo, Rostovsky, Pogarsky, tienen un sabor picante y picante, es aconsejable limitar su uso.
¿Existen productos alternativos que puedan sustituirlo?
Los ajetes tiernos pueden reemplazar a las cebollas, como propiedad bactericida y antiséptico natural.
El condimento de albahaca agregará un toque picante a sopas y ensaladas. La albahaca fresca ayudará con la anemia, la fatiga y el estrés.
El perejil reemplazará a las zanahorias, cuyo consumo no se recomienda en las primeras etapas de la alimentación: tienen el mismo contenido de vitamina A. Además, el perejil satura el organismo con calcio, lo que favorece el crecimiento de los huesos del bebé.
Las hojas de eneldo son una excelente alternativa a las plumas de cebolla. Una adición aromática y picante decorará cualquier plato. Además, el eneldo se puede incluir en la dieta durante 2 o 3 semanas de vida del niño. El agua de eneldo con infusión de semillas es útil para los cólicos del niño y las verduras son importantes para los órganos visuales tanto de la madre como del bebé.
Consumo de cebollas según el período de alimentación.
Durante la lactancia, el producto no se administra inmediatamente y en pequeñas cantidades. Que puedas comer cebollas o no depende de la edad del bebé y de su bienestar.
Importante. Para prevenir infecciones virales, especialmente en primavera y otoño, se recomienda "respirar" la cebolla: picarla finamente, ponerla en una servilleta y dejarla en la habitación durante unos minutos para desinfectar el aire de la habitación.
En el primer mes
Los pediatras advierten: durante 3 a 4 semanas después del nacimiento, la dieta de la madre debe ser suave, nutritiva y asequible, para no sobrecargar el sistema digestivo de la madre y el niño.
Como regla general, durante este período de adaptación, las alteraciones en el funcionamiento de los intestinos en ambos se consideran naturales. Es mejor abstenerse de verduras y frutas frescas (incluidas las cebollas). La dieta debe contener solo alimentos neutros: verduras hervidas y horneadas, cereales, kéfir y sopas ligeras.
En el segundo mes
Poco a poco, el sistema digestivo del bebé estabiliza su funcionamiento. En el segundo mes puedes intentar agregar en guisos porciones pequeñas de cebolla (no más de 10-20 g para la prueba). No vale la pena utilizar alimentos frescos todavía, especialmente si el bebé todavía tiene flatulencias y cólicos.
En el tercer mes
Durante el tercer mes de vida de un niño, se recomienda que las cebollas aún se sometan a un tratamiento térmico. Puede simplificar el procedimiento: antes de usarlo, debe picarlo finamente y rociarlo con agua hirviendo.Debe comenzar con una porción mínima: no más de 10 g por día. Es mejor consumirlo en la primera mitad del día para notar a tiempo posibles reacciones no deseadas (diarrea, erupciones alérgicas).
En el cuarto mes
En el cuarto mes de vida, puedes introducir poco a poco cebollas crudas y plumas verdes en ensaladas y platos fríos. Lo principal es observar al niño y observar cómo tolera el nuevo producto.
Si no surge ningún problema, entonces la verdura deseada se puede incluir de forma segura en la dieta principal de la madre en cualquier forma.
Reglas para introducir cebollas en la dieta de una madre lactante.
Para reducir el riesgo de reacciones negativas, una madre lactante debe aprender algunas reglas simples para comer verduras y cebollas. En primer lugar, esta es la dosis.
Con qué frecuencia usarlo y en qué forma.
Después de 2 a 3 semanas, se pueden agregar cebollas a sopas y guisos. Lo importante es el tratamiento térmico (guisado, cocción), durante el cual se neutralizan la mayoría de los alérgenos.
Puede intentar introducir verduras frescas en la dieta entre 3,5 y 4 meses después del nacimiento, puede probar las plumas verdes un mes antes.
Una dosis de prueba de cualquier producto es importante para, si es necesario, poder “calcularla” y excluirla de la dieta:
- en la primera mitad del día, coma de 10 a 15 g de cebolla para probar (puede condimentar con ella una ensalada o sopa);
- Observe al bebé durante 12 a 24 horas;
- si el resultado es positivo, la dosis única se aumenta gradualmente hasta la norma diaria;
- En caso de intolerancia (cólicos, falta de sueño, cambios en las heces), se puede repetir la prueba después de 3-4 semanas.
Si nota signos de alergia (estornudos, ojos llorosos espontáneos, manchas en la piel, urticaria, erupciones en el cuerpo), consulte a un médico inmediatamente. Automedicación peligroso para la vida del niño.
Recetas con cebolla para mujeres lactantes.
El método de cocción más óptimo es hornear carne y verduras, guisarlos con hierbas y cebollas finamente picadas.
Las ensaladas con verduras frescas (repollo, pepino), guisos de carne, puré de patatas y cualquier guarnición se pueden picar ligeramente con cebollas verdes finamente picadas. Las hierbas picadas se utilizan para condimentar los primeros platos: resulta brillante, picante y saludable para una madre joven.
En la medicina popular hay muchos útiles. recetas de jarabe para la tos a base de decocción de cebolla. Más eficaz adecuado para madres lactantes. mujer en cualquier momento:
- Pele una cebolla mediana, píquela finamente y colóquela en una cacerola pequeña con tapa.
- Añade al recipiente 250 g de agua y 150 g de azúcar.
- Cocine el almíbar durante 15 minutos a fuego lento (cocine a fuego lento).
- Forma de administración: tres veces al día antes de las comidas.
Dosis
Los pediatras recomiendan no exceder la norma diaria: 60-70 g de cebollas por día (aproximadamente un "nabo" pequeño).
Las cebollas verdes se pueden consumir hasta 60 g por día: 2 cucharadas. l.
Nota. Los anteriores son límites superiores aproximados: cada madre debe aprender de forma independiente a controlar e identificar (escuchar el cuerpo del bebé) las normas individuales para la introducción de un producto en particular.
Métodos de cocina
La cebolla hervida en sí no provoca mucho apetito, por lo que solo se puede hervir en sopa (cortar la cabeza por la mitad) y luego retirarla. De esta forma el caldo de verduras quedará más sano y rico.
Durante la lactancia, es recomendable añadir cebollas a la dieta guisadas o al horno. Este método es conveniente porque los nutrientes se conservan tanto como sea posible y la apariencia sigue siendo apetitosa.
Contraindicaciones y posibles consecuencias de comer cebollas.
Las verduras, tanto frescas como procesadas, no tienen contraindicaciones directas. Pero los neonatólogos advierten: uso excesivo Cualquier producto, incluso el más saludable, puede provocar una reacción negativa y dañar el aún frágil sistema digestivo del bebé.
¿Pueden las cebollas dañar al bebé y a la madre?
Las cebollas en escabeche y las ensaladas de verduras mixtas con adobo son tabú para una madre lactante (las hierbas y especias, el vinagre pueden provocar alergias a través de la leche materna). Para los pacientes hipertensos y las mujeres que padecen enfermedades renales y hepáticas, estos platos están contraindicados: se retienen líquidos, aumenta la presión arterial y la pielonefritis puede empeorar.
Las cebollas tienen un fuerte efecto irritante, estimulan la membrana mucosa del estómago y los intestinos: el estómago secreta una gran cantidad de jugo gástrico. Si tiene patologías estomacales existentes (alta acidez, úlceras, gastritis), puede provocar irritación y acidez de estómago.
¿Puede provocar alergias o cólicos en un bebé?
La okroshka a base de refrescos, las sopas frías y las ensaladas con la adición de cebollas frescas pueden causar problemas graves: este "cóctel" está lleno de "protesta" en los intestinos del bebé.
Si tanto la madre como el bebé son propensos a sufrir problemas intestinales (cólicos, hinchazón, acumulación de gases, diarrea), el consumo de verduras frescas se limita al mínimo.
¡Atención! Hay una opinión que para un resfriado Una madre lactante necesita ponerse jugo de cebolla en la nariz. NO recomendamos encarecidamente practicar este método: ¡es peligroso! Las sustancias irritantes provocan quemaduras en la mucosa nasal y pueden provocar una reacción alérgica (hinchazón de las vías respiratorias, congestión, asfixia).
Consejos de pediatras.
Los gastroenterólogos pediátricos aseguran que los síndromes acetónicos, la dermatitis alérgica y otras patologías somáticas ocurren en niños en la primera infancia como resultado de la intolerancia a cualquier producto nuevo. Por lo tanto, se recomienda introducir verduras, hierbas y frutas en el menú durante la lactancia solo bajo la supervisión de un médico que conozca las características de desarrollo del bebé y las enfermedades concomitantes de los padres.
Los pediatras creen que la “pseudoalergia” suele acompañar a los bebés cuando se les presentan nuevos alimentos, incluso a través de la leche materna. La hinchazón y la diarrea pueden ser causadas por una deficiencia de lactasa, una falta de la enzima que descompone la lactosa. Hasta los seis meses, el bebé puede experimentar trastornos intestinales y erupciones cutáneas. Esta es una señal de que el cuerpo no acepta nuevos alimentos y los elimina de esta forma. En este caso, consulte a un especialista.
Los neonatólogos aconsejan "acostumbrar" al bebé a los nuevos productos de forma gradual, de acuerdo con las normas y dosis de administración, y controlar cuidadosamente la reacción.
Conclusión
En conclusión, me gustaría señalar que el período natural de lactancia materna no debe ir acompañado de restricciones dietéticas y mala alimentación. Puedes y debes comer cebollas verdes y cebollas. Lo principal es la introducción gradual de verduras y un enfoque razonable. Es importante aclarar cualquier cosa que le genere dudas o inquietudes con su pediatra.