Cómo lidiar con la pudrición apical de los tomates en un invernadero: las mejores recetas y métodos populares
Las enfermedades del tomate son algo común para cualquier jardinero. Para proteger a las plantas de la desecación del suelo, las heladas y otras condiciones climáticas adversas, los tomates suelen cultivarse en invernaderos. Sin embargo, si se viola el régimen de temperatura o el riego, incluso en un ambiente de invernadero, los tomates pueden sufrir enfermedades y plagas.
En este artículo hablaremos sobre una enfermedad del tomate tan común como la pudrición apical. Averigüemos cómo afrontarlo y qué medidas preventivas tomar para mantener sus cultivos sanos y producir más cosechas.
Qué clase de enfermedad es esta
La pudrición de las flores no es una enfermedad infecciosa. Afecta a las plantas tanto en invernaderos como en campo abierto.
Muy a menudo, los arbustos jóvenes que recién comienzan a dar frutos son susceptibles a pudrirse. La principal consecuencia desagradable es una grave reducción del rendimiento. La enfermedad es más de naturaleza fisiológica y no está asociada con infecciones ni plagas, pero puede ser causada por bacterias.
Con cuidado! Aunque la pudrición apical no mata toda la planta, no se deben comer las frutas infectadas.
Síntomas y signos externos.
Si detecta la aparición de la enfermedad a tiempo, podrá combatirla eficazmente. La pudrición de la flor afecta a los frutos a partir de la zona donde se adhiere la flor.En muchas variedades, esta parte está oculta a la vista, por lo que para determinar rápidamente la presencia de infección, es necesario inspeccionar cuidadosamente los arbustos periódicamente.
Al inicio de la infección, aparece una mancha acuosa casi imperceptible en la parte superior del fruto. Con el tiempo, la piel que la rodea adquiere un tinte marrón y se seca. La superficie parece abollada.
Externamente, el tamaño del daño puede ser pequeño, pero en el interior se producen cambios significativos:
- Las bacterias aparecen en la parte infectada de la piel y penetran en la fruta;
- la pulpa del tomate se oscurece y se pudre;
- Las semillas también se ven afectadas.
Uno de los signos externos distintivos de la pudrición apical es que el fruto afectado comienza a madurar antes que el resto.
Razones de la apariencia
Las bacterias y los hongos siempre se han considerado la causa de diversas enfermedades en los tomates.
Sin embargo, a diferencia de, por ejemplo, la podredumbre gris, la principal causa de la pudrición apical es la deficiencia de calcio en las puntas de los frutos. Esto hace que el tomate reciba pocas sales de calcio, los cuales no son suficientes para el correcto crecimiento y división de las células de la pulpa y piel del fruto.
La parte superior de los frutos es la más afectada por las deficiencias de nutrientes. Es por eso que la pudrición apical afecta a todos los frutos del racimo a la vez. De ahí la gran pérdida de cosecha.
La deficiencia de calcio se produce por varias razones:
- falta de humedad;
- aumento de la salinidad y acidez del suelo;
- daño al sistema radicular;
- situaciones estresantes para el cultivo (por ejemplo, riego con agua helada en épocas de calor o cambios bruscos de temperatura).
Cómo lidiar con la pudrición apical
¿Cómo se pueden tratar los tomates para prevenir enfermedades? Podemos decir con confianza que el uso de medicamentos especiales dará un resultado positivo:
- solución de cloruro de calcio para alimentar a la planta;
- preparaciones microbiológicas especiales, como "Fitosporin";
- sustancias que contienen cobre, por ejemplo, caldo de Burdeos;
- tratar las semillas antes de plantar con una solución de permanganato de potasio o una solución de ácido succínico;
- para aumentar la resistencia general a las enfermedades, se recomienda tratar las semillas con cualquier estimulante del crecimiento antes de plantar;
- nitrato de piedra caliza para alimentación foliar;
- rociar las hojas con una solución de cloruro de calcio durante el período de crecimiento activo;
- rociar con lechada de lima;
- aplicación de fertilizantes “Nutrivant PLUS” y “Fertivant”.
También existen remedios caseros para prevenir y eliminar la pudrición de la corona:
- plantar tomates a una distancia suficiente. Las ramas y las hojas no deben estar entrelazadas;
- hijastro;
- regar las plantas en el invernadero cada dos días y, a altas temperaturas, es mejor cambiar a un riego abundante diario;
- ventilación frecuente en invernaderos o invernaderos;
- añadiendo cáscaras de huevo y cenizas a los agujeros.
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Medidas preventivas
Por supuesto, siempre es más fácil prevenir una enfermedad que tratarla. Esto también se aplica a las enfermedades del tomate.
La prevención de la pudrición apical comienza con la preparación adecuada del suelo para la siembra, así como con el cumplimiento de ciertas reglas de la tecnología agrícola:
- La primera y más importante forma de prevenir la enfermedad es regar las plantas de manera oportuna y uniforme;
- Trate de evitar fluctuaciones bruscas de humedad;
- La capa superior de tierra debe permanecer suelta, por lo que al día siguiente de regar la tierra se debe aflojar;
- El suelo para las plantas debe ser de ligeramente ácido a moderado;
- Los lechos con tomates deben estar limpios de malezas;
- La iluminación debe ser uniforme y continua, unas 18 horas diarias;
- La temperatura del aire para el desarrollo normal de los arbustos es de 18 a 22 grados;
- Para prevenir enfermedades, entre los días 35 y 40, las plántulas se rocían con una solución de mezcla de Burdeos. También se tratan con esta solución después de cada lluvia;
- No te dejes llevar por los fertilizantes. Siga la dosis y frecuencia de aplicación indicada en la etiqueta.
Consejos de jardineros.
En foros especializados puede encontrar una gran cantidad de consejos de jardineros experimentados sobre cómo combatir la pudrición apical.
Por ejemplo, muchos recomiendan rociar con nitrato de calcio (5-10 g por 1 litro de agua) 2 veces por semana.
Alguien afirma que su cosecha se salva rociando con carbonato de sodio a razón de 1 cucharada por cubo de agua.
Hay muchas recetas, pero todas son similares entre sí. Lo principal, según los jardineros experimentados, es evitar la sequía y el riego excesivos y fertilizar las plantas de manera oportuna.
Conclusión
De todo lo anterior podemos concluir que la inmunidad vegetal juega un papel muy importante. Con falta de microelementos: potasio, yodo, manganeso, cobre: los tomates se debilitan y aumenta la posibilidad de infección.
Para proteger los tomates de diversas enfermedades, es necesario seguir reglas simples de prevención. También es importante mejorar el entorno del suelo y seguir las reglas de rotación de cultivos. Entonces tu cosecha siempre será rica, sabrosa y, lo más importante, saludable.